Suecia se ha convertido oficialmente en el miembro número 32 del bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos después de que el jueves entrara en vigor el documento que formaliza la adhesión de Estocolmo.
La ceremonia de adhesión se celebrará en Washington, donde el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, presentará los documentos de su país al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Un documento publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos afirma que se han cumplido todas las condiciones para la entrada de Suecia en la OTAN y que el protocolo que indica la membresía de Estocolmo entró en vigor el 7 de marzo de 2024.
En una publicación en X, Kristersson también declaró que el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, le había informado que todos los miembros del bloque habían aceptado formalmente el protocolo de adhesión de Suecia y habían invitado a Estocolmo a unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Estocolmo tomará una decisión formal final sobre su adhesión al bloque, a la que seguirá una conferencia de prensa. Después de eso, Kristersson pronunciará un discurso a la nación, según la Radio Sueca.
Suecia y Finlandia abandonaron sus políticas de no alineación de larga data y presentaron ofertas para unirse al bloque militar liderado por Estados Unidos en 2022, citando preocupaciones de seguridad tras el lanzamiento de la operación militar de Rusia en Ucrania.
Las propuestas de los dos países para unirse debían ser ratificadas por todos los miembros actuales del bloque. Hungría y Türkiye inicialmente se opusieron, y Ankara acusó a Suecia y Finlandia de albergar a miembros de grupos armados designados como terroristas según la ley turca.
Finlandia y Suecia finalmente reformaron sus leyes antiterroristas y ambas propuestas finalmente fueron ratificadas. Finlandia se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN en abril de 2023.
Mientras tanto, Rusia ha insistido en que la continua expansión de la OTAN plantea una amenaza a su seguridad nacional y está desestabilizando a Europa, haciéndola menos segura. Moscú ha señalado que no tenía ningún problema con los dos países escandinavos antes de que decidieran unirse al bloque liderado por Estados Unidos, pero ahora se verá obligado a responder reorganizando y fortaleciendo sus fuerzas armadas en la región.